jueves, 29 de mayo de 2008

Amelie

El cine tiene la capacidad de escenificar algo parecido a un sueño. La diferencia es que en el sueño no sabemos que estamos soñando y cuando vemos una película somos conscientes de ello. Aún así, es una sensación confusa; nos metemos en el film de tal manera que podemos incluso llorar. Amélie consigue algo parecido: la protagonista nos permite ser testigos de un mundo imaginario que a muchos nos gustaría vivir.

Nos permite observar un lugar dónde todo es posible y dónde podemos valorar los pequeños placeres o ayudar a los demás. Cada vez disfrutamos menos lo que era nuestra mayor ilusión cuando éramos pequeños. Ámelie siendo mayor aprecia todo más y nos remite a esos momentos. El film tiene un toque onírico que es lo que nos acaba de absorber. Por ejemplo: los cuadros hablan, sus pensamientos los imagina retransmitidos por la televisión…

Nos muestra esa faceta que muchos hemos perdido. Tenemos grandes similitudes con el personaje protagonista y así conectamos con su psicología. El film consigue precisamente eso, que te conviertas en participe de esta romántica y ensoñadora historia. Nos obsequia con el sueño que todos deseamos: ser felices y hacer felices a los demás.

Amélie se ha ganado un hueco entre los personajes del cine. Es alguien ficticio que no proviene de Hollywood –sino de Francia– y es una mujer. Evoluciona considerablemente. Es una chica blanca, burguesa pero no tiene una infancia como todos los demás niños; su madre murió y su padre la desplazó. Esto influirá mucho en su manera de ser y en esa creación del mundo irreal en el que se es feliz fijándose en lo más insignificante. No es ni mejor ni peor sino diferente a muchos.

Una vez contextualizada la película y descrito el personaje principal, el análisis se centra en el final. A partir del momento en que la tan abundante felicidad de Amélie se ve truncada por pensar que el chico que le gusta, Nino, está con su compañera de trabajo Gina. Amélie está disgustada, pero se imagina –en la pantalla aparecen las dos historias paralelas mediante el montaje– cómo sería su vida con Nino. Ella está cocinando y él sube a su piso. Hasta parece que su sueño es real y juegan con las expectativas del espectador porque se mueven las cortinas de detrás como si él llegase. Falsa alarma; es su gato. Aún no ha llegado el momento de historia feliz con final feliz.

Jean Pierre Jeunet vuelve a jugárnosla en al happy end cuando viene de verdad Nino y Amélie no le abre la puerta. Los miedos e inseguridades aparecen cuando menos los necesitamos. Pero llega el salvador, el vecino Raymond Dufaiel, que le hace enfrentarse al mundo. Añadamos otra lección; aprovechar las oportunidades. Y para finalizar la película, los protagonistas no podían darse un beso. Tenía que darse un “disfruta los pequeños placeres de la vida”: un beso en la mejilla, en la frente, en el cuello… Y es gracioso que el montaje coloca justo después al gato mirándolos (como un espectador más).

Si después de la Segunda Guerra Mundial Francia y su “Freud francés” se alejaban del optimismo de Hollywood, ahora las cosas han cambiado. Amélie muestra felicidad y más felicidad. Por otro lado, como aspectos del film cabe destacar la caracterización física de la protagonista, que va muy acorde con su personalidad: el peinado recuerda al de cuando era pequeña, los verdes y rojos intensos de su ropa… Los primeros planos, muy abundantes, nos permiten entrever algo de su psicología. Y ésta nos implicará profundamente.

Pero lo que logra la película no es satisfacer un deseo mediante una realidad simulada, sino sumergirnos en un mundo despreocupándonos de nuestras cuestiones externas. Acabamos el film y las vemos de otra manera. Y es que si Amélie está como soñando, a nosotros también nos transporta allí durante casi dos horas.

Normalmente en las películas hay un conflicto y esperas su resolución. Pero este film logra emocionarnos y nos saca alguna sonrisa (las tendencias suicidas del pez cuando ella era pequeña o las trampas al vecino cruel que ridiculiza a su empleado). Y es que la felicidad es el tema más presente (en los vídeos, las cartas, el enano, la caja de recuerdos) y Jeunet pretende que nos demos cuenta de que la tenemos enfrente de nosotros.

En una sociedad cada vez más globalizada, dónde prima el dinero y el poder, cuyo ritmo es el estrés y lo cotidiano está a la orden del día podemos detener al implacable –el tiempo– para entrar en esta especie de sueño que es Amélie. Y como decía Calderón de la Barca: “Toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”. Y es que si no sueñas, qué te queda.

Para quien le interese, dejo aquí sus tomas falsas (en francés):

viernes, 9 de mayo de 2008

Primera Setmana Intercultural de la URV

Del 5 al 10 de mayo está teniendo lugar la Primera Setmana Intercultural de la URV organizada por la Unitat de Comunicació. En ella se realiza un Festival Internacional de Cine Documental y unas Jornadas sobre Cine, Diáspora y Reivindicación, Ibero-América, Cuba, España. Además incluye el homenaje a tres realizadores: Santiago Álvarez, Nicolás Guillén (“Nicolasito”) y Néstor Almendros.

Homenaje a Santiago Álvarez

El pasado martes día 6 de mayo el protagonista era el cineasta cubano Santiago Álvarez.

De entre todas sus obras se proyectaron: Now (1965), 79 primaveras (1969), LBJ (1969), Hasta la victoria siempre (1967), El nuevo tango (1973), El tigre saltó y mató pero… morirá, morirá (1973), Los dragones de Ha Long (1976) y Nova Sinfonia (1982) y dos noticieros del ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfico).

Para entender la trayectoria de Santiago Álvarez hay que conocer algo sobre él y el contexto en que vivió. La historiografía clásica cubana presenta los años sesenta como el período de máximo esplendor del cine cubano. Es en las postrimerías cuando consigue por fin la madurez. La figura de Álvarez se levanta como uno de los líderes en el documental.

Con 15 años en 1934 llevaba un programa de radio dónde trataba sexo y deporte. Se trata de alguien muy avanzado para su época. Nacido en Cuba y de padres españoles, la realización de sus obras coincide con Fidel Castro en el poder de la isla. Muere en la Habana el 20 de mayo de 1998.

Es un director reconocido con más de 80 premios pero poco conocido por el público en general. No estudió cine aunque eso no le impidió que innovara y experimentara convirtiéndose en el cineasta que fue. De hecho dirigió sin apenas experiencia el Noticiero ICAIC Latinoamericano para el que realizó seiscientas ediciones cubriendo sucesos históricos como la guerra del Vietnam, la de Laos, la invasión en playa Girón, etc. El ICAIC adaptó la corriente del neorrealismo. No aceptaba ni el cine de escapismo de EE.UU. ni el burgués cine de autor ni el mismo propagandístico soviético. El Instituto busca pues una forma de solidaridad, de herramienta social y no de entretenimiento.

La posición de Santiago Álvarez es de revolución, a la línea del régimen de Fidel Castro. Sus documentales podrían considerarse híbridos entre el modo expositivo y el observacional. Del primero tiene esa vertiente de propaganda que muestra un claro posicionamiento (contra el capitalismo, a favor de la revolución) respecto a los acontecimientos del mundo. Sigue el régimen pero sin limitar sus obras a una determinada interpretación. A la vez tiene ciertos aspectos del observacional ya que nadie aclara cómo tienen que leerse las imágenes. Si en los últimos años la voz en off ha declinado dejando paso a testimonios y expertos, Álvarez ya la deja a un lado en los 60. Aunque podría haber obtenido mediante impactantes testimonios su objetivo, lo que hace es servirse del lenguaje del cine para expresarlo.

Rodó más de cien documentales. Como autor su cine hay que destacarlo porque tiene ese lenguaje que lo va forjando como cineasta. Por tanto hay que hablar de los elementos que le caracterizan. La ya explicada ausencia de la voice over, que él pensó que sobraba debido a un exceso de narración. Como mucho intercalaba frases (a veces irónicas). La manera de contrapesar la importancia de un hilo narrador viene de la segunda característica; su utilización de las bandas sonoras de manera dramática y expresiva. Por ejemplo, utiliza música rock en un velorio, un tango mientras pasea el ejército, etc. A veces son canciones instrumentales y otras la letra es paralela a la narración y le da sentido. Álvarez utiliza el cancionero popular como elemento narrativo. Somos testigos de un juego de música, letras y imagen cuya importancia y fuerza es mayor debido a la ausencia de la voz en off.

Quería que su mensaje llegara y sin aburrir. La duración varía desde los seis minutos hasta las tres horas. Hay que tener en cuenta que llevaba una exhaustiva investigación a fondo; nunca exponía nada que no entendiese. No le importaba mostrar sangre, personas asesinadas, etc.

Siendo 79 primaveras su título más importante, destacaría LBJ, El tigre saltó y mató pero… morirá, morirá y Now. Éste último es considerado por algunos el antecedente del videoclip actual:

Podemos apreciar cómo trata en Now el montaje y los efectos al ritmo de la canción. Las imágenes son del archivo de EE.UU. y de su revista Life. Es remarcable que se sirva del propio material del enemigo capitalista para machacarlos con la discriminación racial. Logra mucho dinamismo y movimiento a pesar de que parta de fotografías estáticas. Otra característica por tanto, es el montaje. Mediante éste, consigue que el documental sea dinámico al ver multitud de imágenes en poco tiempo.

Además, las transiciones del cineasta cubano en montaje recuerdan al efecto Kuleshov. En Now fusiona los ojos tristes de una mujer de color con la cabeza de Abraham Lincoln (fuerte opositor de la esclavitud). Otro ejemplo es la relación metafórica que establece entre la cara de un jefe del ejército fusionada con la cara de un “perro rabioso” preparado para atacar.

También tenía la capacidad de sacarle una función a todo, aunque fuese algo disparatado. Si no disponía de imagen para transmitir un mensaje simplemente dejaba la pantalla en negro. En LBJ, para tratar el asesinato de Luther King mantiene la imagen negra. Sobre ésta se oye el discurso del defensor de los derechos civiles a la vez que unos disparos de fusilamiento de los nazis. Al final del documental, que trata las muertes de los hermanos Kennedy y Luther King, muestra imágenes de niños; el futuro. Esto permite al espectador deducir e interpretar.

Aportó mucho a la cinematografía cubana y a nivel internacional. Era osado y sorprende al espectador de hoy en día. Realizar Now en el año 65 sin haber estudiado cine demuestra su nivel. Evolucionó de manera increíble. Hay que tenerlo en cuenta por razones como que hoy en día muchos documentales tienen una gran edición y montaje pero apenas aprueban en la banda sonora. Logra con el montaje (visual, pero sobre todo sonoro) un vehículo para transmitir su mensaje. Incluso traspasa la subjetividad dirigiéndose a lo emotivo. Es un maestro a la hora de prescindir de la voice over o implicar personajes en el tema logrando sólo con la imagen lo que necesita.

Finalmente hay que añadir que asistió a la Setmana Intercultural Lázara Herrera, la viuda de Álvarez. Proyectó El tigre saltó y mató pero… morirá, morirá, un homenaje al poeta, músico y revolucionario Víctor Jara, que murió torturado por la dictadura militar chilena:


El tercer homenajeado, “Nicolasito” Guillén, ha quedado a un lado en elhombrecaballo. Lo que no significa que no deba ser mencionado. A diferencia de Santiago Álvarez se mostraba en contra del régimen. Además, la censura cinematográfica en Cuba prohibió su obra Coffea Arábiga, proyectada en la Setmana Intercultural el día 10. Guillén también realiza con maestría su dominio del montaje.

Como valoración personal de la Primera Setmana Intercultural me siento orgullosa de haber asistido porque he sido testigo de documentales que no hubiese tenido oportunidad de ver. No conocía a ninguno de los tres cineastas y ahora han despertado en mí curiosidad por ver más de sus obras. De hecho me siento más cercana al cine cubano. Esto demuestra que el propósito que tenía la Setmana se ha cumplido. Ha sido una manera de conocer más el cine y la cultura latinoamericana. Está claro que con el diálogo o conocimiento intercultural la convivencia entre una sociedad cada vez más multicultural será más sencilla.

Homenaje a Néstor Almendros

Néstor Amendros fue el protagonista del día 8. El director de fotografía y miembro del American Society of Cinematographers nació en Barcelona en 1930. Hijo de maestros, sufrió directamente la represión franquista del magisterio progresista. En 1948 se exilió a Cuba con su familia y posteriormente estudió cine en Nueva York.

Vuelve a la isla cubana después de la Revolución y rueda documentales como Gente en la playa. Abandona la isla al estar en desacuerdo con la forma que ha adoptado el régimen dictatorial castrista y sigue una exitosa carrera cinematográfica como director de fotografia en Francia. El cineasta fallece en Nueva York, en 1992 dejando huella en el mundo del cine-documental con un gran repertorio de obras.

A las 5 de la tarde se presentaba en el Paranimf del Rectorat de la URV el libro y DVD Conducta impropia, a cargo de Manuel Zayas y Orlando Jiménez Leal. A las 18.30 se proyectaban dos obras de homenajeado: Gente en la playa (1960) y Ritmo de Cuba (1960) y a las 19.30 empezaba el documental Conducta impropia co-dirigida por Néstor Almendros y Orlando Jiménez Leal en el año 1983.

Conducta Impropia es una producción francesa de les Films de Losange que revela las persecuciones sufridas por homosexuales y artistas cubanos. Pertenece al cine documental expositivo y retrata un momento histórico vivido en la isla en el contexto de la dictadura de Fidel Castro y de la presencia de las UMAP (Unidades Militares de Apoyo a la producción). Una combinación de imagenes recurso históricas narradas por una voice over y testimonios reales, logra romper con el dirigismo evidente característico de las primeras películas documental. Aun así, el objectivo y posicionamiento político es claro: se pretende denunciar el régimen comunista de Castro y demostrar la existencia de campos de trabajo forzado para homosexuales.

Después de la Revolución Cubana y de la subida al poder de Castro, Cuba se convierte en una sociedad militarizada. Un fundamento básico del órden es la veneración a la virilidad, a la fuerza del hombre. Las mujeres, según su parecer representaban todo lo contrario, y los homosexuales, consuderados hombre afeminados, suponían un problema para el sistema. Se inició una persecución, encarcelamiento y un intento de “re-educación” o "re-sexualización” de estos supuestos “desviados”.

Esta obra es el primer film cubano que se asoma críticamente al problema social de esta represión castrista y narra los hechos desde un punto de vista muy humano. José Mario, Martha Frayde, René Ariza, Reinaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infante, Juan Goytisolo, Susan Sontag, Ana María Simó y Heberto Padilla, son algunos de los protagonistas que prestan su experiencia personal para relatar la problemática de la persecución de aquellos que presentaban una “conducta impropia” en Cuba desde los años 60 hasta el éxodo masivo del Mariel, que tuvo lugar en 1980.

Por motivos evidentes, la obra no pudo rodarse en Cuba. Los directores contaban también con un presupuesto bajo. Ambos factores contribuyeron en la sencillez técnica de la grabación, ésta, sin embargo, no limita la obra y resulta incluso apropiada. Las imágenes de archivo esbozan bien una época y los planos cerrados realizados en las entrevistas de los personajes crean secuencias expresivas y de cercanía entre el espectador y los acontecimientos. Almendros describe la sencillez como un fin buscado en esta producción:

A condición de que la lente capte la expresión de los rostros de una manera sencilla y total. Quiero decir de frente, no de perfil, no de tres cuartos. A condición de que la iluminación y los ángulos sean naturales y sin efectos… El montaje fue presidido también por la ley de la sencillez…

La película se crea el año 1983, coincidiendo con las tendencias cinematográficas de la teoría Queer, que arrancaron a principios de los 80. La homosexualidad hasta entonces no tenía cabida en el cine. Esta teoría pretende sacar a la luz la homosexualidad que, hasta el momento estaba estigmatizada y clasificada como “desviación”. Se pretendía acabar con los prejuicios homófobos, denunciar la heterosexualidad compulsiva y lograr una autorrepresentación compleja, diversa y matizada de los gays. Con una representación normalizada de la homosexualidad en la pantalla, se buscaba acabar con las opiniones de que la homosexualidad era una “conducta impropia”.

La belleza de un segundo

Título: Cashback
Género: Comedia/Drama/Romántica
Director: Sean Ellis
Guión: Sean Ellis
Duración: 102 minutos
Nacionalidad: Inglesa
Año de producción: 2006
Estreno: 11 de abril del 2008

Sinospsis:
Cuando Ben, un estudiante de arte, deja a su novia empieza a sufrir insomnio. Para ocupar esas nuevas ocho horas de vida que se le presentan decide empezar a trabajar en el supermercado del vecindario en el turno de noche. Allí conocerá al variopinto grupo de gente que serán sus compañeros de trabajo y a su jefe, además de la chica que conseguirá cambiar su suerte, Sharon, la tímida cajera.


La película se nos presenta contada en primera persona por el protagonista, Ben Willis, que con un discurso casi filosófico nos sitúa en la acción: ha cortado con su “primera novia de verdad” y ahora se arrepiente. Este arrepentimiento le produce insomnio y después de días sin poder dormir decide empezar a trabajar en un supermercado por la noche. Allí, nos cuenta, aprende que el tiempo es tu mayor enemigo y nos enseña como cada uno de los trabajadores lucha contra él mientras, de paso, nos los presenta. Lo que Ben hace para que el tiempo fluya con rapidez es pararlo. Congela el tiempo y observa a la gente que hay en el supermercado, sobre todo a las chicas a las que desnuda y dibuja. Dice que al pausar el tiempo la belleza del mundo puede ser captada con mayor facilidad, sobre todo la belleza femenina, que según Ben y des de que tenía siete años, es la mayor belleza que hay en el mundo.
Poco a poco Ben empieza a olvidar a Suzy, pero el insomnio no se va, descubre que se ha enamorado de Sharon, la cajera.

La película, leída en términos del psicoanálisis, explora la psicología del protagonista, sus sentimientos y emociones. Su voz en off nos explica cómo se siente y los flashbacks en los que vemos su pasado nos ayudan a comprenderle. Su discurso sobre la belleza en un mundo congelado traslada al espectador a un mundo onírico, el sueño que tenemos todos de un mundo ideal, bello y en el que podemos ser nosotros mismos y hacer lo que queramos. En caso del protagonista, pintar y captar la belleza.
La mirada de Ben es la que nos lo cuenta todo, sus ojos son los nuestros y eso nos convierte, en algunas escenas, en protagonistas, como en las escenas en las que Suzy, la ex novia, y después Sharon, gritan enfadadas y a cámara lenta a Ben que en esos momentos somos nosotros mismos. Eso hace que el espectador comprenda mejor al protagonista, pues su inconsciente buscará una situación parecida en los recuerdos para que surja la empatía. Ben no es un chico que nos atraiga, es tímido, calmado y reflexivo, pero al saber el porqué de sus acciones lo olvidamos todo, pues ni que sea con sólo una de sus experiencias, nos podemos sentir identificados.

Así pues, vivimos de primera mano el enamoramiento progresivo de Ben por Sharon y lo entendemos gracias a las pequeñas explicaciones que el mismo protagonista nos cuenta. Cuando nos dicen que Sharon ha aceptado una cita con otro de los trabajadores del supermercado nos sentimos decepcionados, pues esperamos que la película tenga un final feliz. Por lo tanto, cuando Ben y Sharon van a tomar un café después del partido de fútbol y hablan sobre sus sueños y sus vidas y él la acompaña a casa e intenta besarla pero ella aparta la cara, nos sentimos frustrados, cómo el protagonista.
Pero por supuesto, la película acaba bien. Al día siguiente Sharon besa a Ben y el insomnio de éste desaparece. Los amigos del trabajo le llaman haciéndose pasar por el director de una galería de arte para vengarse pero cuando Ben asiste a la falsa cita resulta que sus dibujos gustan al director y así, en la inauguración de la exposición, Ben cumple su sueño, hace el primer paso para cumplir el de Sharon, ir a pintar a Italia (donde Sharon siempre ha soñado ir) y además, consigue congelar la acción que le rodea menos a la chica, haciéndola partícipe de su mundo ideal, lleno de belleza que espera a ser observada y donde ellos dos son los únicos que lo disfrutan.

Cashback puede parecer, en un principio, un drama. Pero no es así. A muchos les podrá resultar extraña o incluso inmoral por las acciones que lleva a cabo el protagonista, pero simplemente se cuenta una historia de amor, la vida de un chico que harto del mundo estresante en el que vivimos decide tomarse un respiro y observar la belleza que nos rodea y que nos pasa desapercibida. Quizá lo único que le retraería sería el final, demasiado perfecto, demasiado happy ending, pero es a lo que estamos acostumbrados y lo que realmente nos gusta, ver como los sueños de alguien se cumplen nos hace pensar que los nuestros también lo harán algún día.